lunes, 21 de abril de 2014

122 Kilos

Un asco, lo sé. Pero, ¡que más da!. La vida es así y nos da la oportunidad de volver a intentarlo.
Hoy vuelvo a reintentarlo, y con el gimnasio espero lograrlo.
Perdón por desaparecer, la verdad es que como les conté la última vez, estaba muy liado con mi trabajo, mis estudios, y mis expectativas de vida.
Finalmente, enviamos el artículo a una revista. El computador no resistió más pruebas, llevamos su memoria RAM al límite, por lo que no sé exactamente si el método al final convergía o no, eso será una duda de la vida.
Pero bueno, ya saben lo que dicen, a veces es mejor vivir en la ignorancia. El siguiente paso es esperar que dice la revista sobre el artículo, si lo desean publicar o no y si la respuesta es sí, nos dirán si debemos hacer cambios de tipo editorial o no.
Y sinceramente, no sé que más decir, perdón por desaparecer. Tengo muchas cosas que resolver... prometo volver.
Un abrazo de oso.
Javi.

domingo, 6 de abril de 2014

Renuncio.

Últimamente, esta palabra viene a mi cabeza de una manera recurrente. Y es que el estrés me supera. Yo sé que ustedes dirán, que exagerado es Javi, que llorica es Javi, lo único que sabe hacer es quejarse. Pero la única manera que tengo  para hacerlo es mediante mi blog. No tengo amigos en España, no amigos cercanos, y no tengo con quién charlar, mi madre está enferma y tiene depresión, no puedo hacer que ella cargue con mis problemas. 

Últimamente, sólo pienso en el momento en que le digo a mi jefe: "Renuncio". E imagino posibles escenas resultantes desde ese momento. La primera es mi jefe odiándome, diciendo que me escogió entre muchos otros postulantes que tuvo al cargo, pero que le dieron muy buenas recomendaciones mías, y por esa razón yo trabajo con él. Que no le puedo decir eso, que yo debo estar loco.

Yo respondería, "¡Estoy harto!, por el amor de Dios, ¡estoy cansado!". Es que de verdad estoy cansado de dormirme pensando "¿me habré equivocado en alguna cuenta?, ¿Qué pasa si cometí un error, qué pasa si no me doy cuenta?" o aún peor, es creer que cometiste el error y no decir nada de nada. Y vivir con el miedo de que lo descubran. Y es que a lo mejor dicho error, ni siquiera existe. Quizás hiciste todo bien. Pero yo perdí la seguridad en mi mismo, en lo que hago, en lo que quiero, en lo que sueño. Soy una persona que duda de todo ahora, el Javi que era seguro consigo mismo se desvaneció. Y me da tanta pena pensar en eso. Y sí, todo esto se revoca a mi primera pelea con él en octubre, donde me dijo cosas que realmente me marcaron. No puedo dar vuelta la página, no puedo dejar de pensar en ese momento, sencillamente no puedo. ¿Debería ir a un psicólogo?. Yo es que no sé cuanto cuesta una consulta a un psicólogo y no estoy en mi mejor momento financiero. No sé que hacer.

Actualmente les cuento lo que pasa, para que vean que quizás si me ahogo en un vaso de agua. Estamos terminando un artículo, y bueno, hemos construido 13 ejemplos numéricos para ejemplificar distintos casos.
Resulta que lo que estamos haciendo, es que creamos 3 nuevos métodos para resolver un problema, y lo comparamos con el único método existente ya, para decir que nuestros métodos son mejores que ese. Dentro de los ejemplos, hemos presentado uno (el número 9) en el que dos de nuestros métodos funcionan, y el antiguo (existente) no. Y resulta, que por lo visto el nuestro es mejor, para compararlos analizamos si después de un número de iteraciones, los métodos convergen o no, vale decir, si es que podemos llegar a una solución numérica. Y mi conclusión fue que en el antiguo método, no, no converge. Hoy pienso que sí, que si convergía y que debemos de aumentar el número de iteraciones sencillamente. 

Sin embargo, no sé si debo decirlo, supongo que sí, porque de eso se trata publicar. Podríamos conseguir otro ejemplo esta semana, pero mi jefe no quiere que pase del viernes para enviar el artículo a una revista. Y si converge, el error en teoría es mío, porque pese a que da la impresión que no, pues es muy posible que vaya a converger en más iteraciones. Tengo miedo, porque eso desatará supongo la ira de este hombre, y no sé si quiero volver a oír cosas similares a las que ya me dijo.

Soy un cobarde, y lo tengo claro, pero es que de verdad ya no doy más, la presión, el estrés y la ansiedad me pueden. No doy más.

Con respecto a la dieta, mal. El último pesaje subí 2 kilos, o sea prácticamente todo lo que había bajado, y este domingo no voy a respetar mi promesa e iré a trabajar a la oficina.

O sea, todo mal. Tengo tanto miedo chicos y chicas, me siento tan solo, no puedo hablar con nadie, no sé, realmente me pregunto si todo esto vale la pena para lograr la meta. Sé que todos dicen "pero sigue, la meta es buena", pero esto está recién empezando. Y serán dos años más así, y no sé si tendré el temple, las ganas y la fuerza necesaria para continuar. Yo quiero lograrlo, pero de verdad cada una de estas cosas me echa abajo, Y no doy más, realmente no doy más.

Un abrazo de oso, trataré de ponerme al corriente de sus blogs, cuídense mucho y busquen vuestra felicidad, yo ya no sé donde está la mía.

Javi,